La Guerra del Pacífico: Los Héroes Olvidados, Los que Nunca Volverán 

 

 

 

 

Un hombre solo muere cuando se le olvida

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Juan 2º Meyerholz, Veterano del 79

 

 

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01 de Mayo de 1879

 

Estado deficiente del personal y útiles del Cuerpo Sanitario del Ejército de operaciones del Norte. [1]

NUM. 78—GENERAL EN JEFE DEL EJÉRCITO DE OPERACIONES DEL NORTE.

Antofagasta, Mayo 1° de 1879

Señor Ministro:

El Cirujano Mayor del ejército de mi mando, en nota de esta fecha, me dice lo que copio:

“En virtud de la orden verbal de V. S., paso a hacer una, exposición del estado actual del servicio que me ha sido encomendado.

“Este Cuerpo no se encuentra en aptitud de prestar el servi­cio a que se le destina, por las razones siguientes:

“El personal es del todo deficiente: no hay los cirujanos, far­macéuticos y practicantes necesarios; ha habido que emplear soldados para la cura de las heridas, que se descomponen y gangrenan por la falta de atención debida. Las propuestas para nombrar a todos aquellos empleados han sido desatendidas ya dos veces.

“En cuanto a medicinas, instrumentos, provisiones para la atención de los hospitales, hoy día no hay en esta ciudad lo in­dispensable siquiera para atender a 200 enfermos. Urge, pues, mucho hacer venir cuanto antes todo lo pedido por el infrascri­to en nota fecha 19 de Abril, vistos el aumento del ejército y la probabilidad de operaciones ulteriores.

“No se han establecido aún los hospitales fijos, ni preparado los elementos para los hospitales de campaña, por no poderse disponer de los recursos y personal indispensables.

“En vista, pues, de las necesidades actuales y venideras del servicio, pide a V. S. se sirva exigir con urgencia el despacho del pedido de instrumentos, medicinas, etc. ya aludido, y el de las mantas, capotes y frazadas que requiere el abrigo de la tro­pa en un clima en que las noches son excesivamente frías, pues el termómetro baja de 0° y las pulmonías, por esta causa, son muy frecuentes.

“Pido además, a V. S. se sirva hacer venir a, la brevedad po­sible 10 cirujanos de primera clase, 20 cirujanos de se­gunda clase, 10 farmacéuticos, cuatro contralores o ecónomos y 40 practicantes, quienes deberán venir acompañados del ma­terial correspondiente para prestar en el acto sus servicios.

“Hasta el día no ha venido más que una ambulancia. Se necesitan nueve más para atender a las necesidades del ejér­cito en los primeros momentos después del combate, debiendo enseguida encargarse de la atención permanente de los enfermos, dos o más hospitales fijos o de campaña, que aun no están preparados, como V. S. lo habrá notado ya por la exposición que acabo de hacer a V. S.”

Por mi parte, no me toca sino encarecer a V. S. se sirva prestar a la nota anterior la atención que merece. Las necesidades que se mencionan en ella son tan notorias como urgen­tes, y si no se las proveyera pronta y favorablemente, la salud del ejército se pondría, al paso que va en serio peligro.

Dios guarde a V. S.

JUSTO ARTEAGA.

Al señor Ministro de Guerra y Marina.


 

[1] Ahumada Moreno, Pascual. Tomo VI. Página 10

 

 

 

 

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Viña Corral Victoria ;  Una Viña Patriota

 

 

 

 

 

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