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	Carta Inventario de Equipajes de Oficiales 
	muertos en el Combate de la Concepción           
	 
	
	Agosto 23. 
	
	Aguardo recibo. 
	
	Lima, Agosto 11 de 1882. 
	
	                
	Original adjunto a Ud. el inventario de los equipajes dejados por los SS. 
	Oficiales del cuerpo de mi mando, que murieron en defensa de la plaza de La 
	Concepción el 9 y 10 de Julio último. 
	
	                
	Las existencias que expresa el inventario adjunto, quedan depositadas en la 
	Mayoría del cuerpo, para remitirlo en primera oportunidad a los deudos de 
	los oficiales muertos. 
	
	                
	Dios guarde a Ud. 
	
	                                                                                                                           
	Marcial Pinto Agüero. 
	
	Señor Inspector General 
	
	Del Ejército. 
	
	                
	En la ciudad de Lima a ocho días del mes de Agosto de mil ochocientos 
	ochenta y dos, reunidos en la Mayoría del Batallón "Chacabuco" 6º de 
	Línea, el Sargento Mayor Don Pedro Julio Quintavalla en el carácter de 
	fiscal, el Sargento 2º Don David Emiliano Tondro, en clase de Escribano y 
	los Capitanes Don Arturo Salcedo y Don Víctor Lira Errázuriz como testigos, 
	todos del mismo cuerpo y nombrados por orden del Señor Comandante del cuerpo 
	Don Marcial Pinto Agüero, de fecha cinco del presente, para formar el 
	inventario de los equipajes y efectos pertenecientes a los finados Capitán 
	Don Ignacio Carrera Pinto y Subtenientes Don Arturo Pérez Canto, Don Julio 
	Montt y Don Luis Cruz, muertos por el enemigo en la defensa de la plaza de 
	Concepción el 9 y 10 de Julio del presente año. 
	
	   Habiéndose 
	ordenado por el Señor fiscal traer del almacén del cuerpo a la Mayoría, 
	todos los efectos pertenecientes a los indicados Oficiales, se procedió a 
	formar el inventario que a continuación se inserta: 
	
	
	 Del 
	Capitán Don Ignacio Carrera Pinto
	
	  
	 
	
	Una maleta de suela, con 
	botones de bronce, en buen estado, conteniendo: 
	
	Dos pares pantalones azul 
	negro; uno nuevo y el otro muy usado. 
	
	Una frazada blanca. 
	
	Un par botines. 
	
	Cuatro pares calzoncillos. 
	
	Una camiseta de lana. 
	
	Seis camisas. 
	
	Un par sábanas. 
	
	Tres pares calcetines. 
	
	Un paño de mano. 
	
	Un pañuelo. 
	
	Un catre de campaña en buen 
	estado. 
	
	Algunas cartas y papeles 
	sueltos que fueron lacrados por el Escribano. 
	
	 
	 
	
	
	 Del 
	Subteniente Don Arturo Pérez Canto
	
	  
	 
	
	Un catre forrado. 
	
	Una maleta con la cerradura 
	mala, conteniendo 
	
	Una levita de parada nueva. 
	
	
	                
	Un par pantalones grances. 
	
	
	                
	Un chaleco negro. 
	
	
	                
	Un par botines usados. 
	
	
	                
	Una frazada de tropa. 
	
	
	                
	Un par sábanas. 
	
	
	                
	Tres camisas. 
	
	
	                
	Cinco pañuelos blancos. 
	
	
	                
	Cuatro pares de puños. 
	
	
	                
	Tres paños de mano. 
	
	
	                
	Una peineta. 
	
	
	                
	Una visera de Kepí. 
	
	
	                
	Una táctica. 
	
	
	                
	Un Kepí negro. 
	
	
	                
	Dos pares pantalones negros. 
	
	
	                
	Un saco militar usado. 
	
	
	                
	Un pantalón gris de tropa. 
	
	
	                
	Un paletó gris de tropa. 
	
	
	                
	Un sobretodo casimir muy usado. 
	
	
	                
	Un par calzoncillos. 
	
	
	                
	Ocho cuellos blancos. 
	
	
	                
	Una funda de abrochada. 
	
	
	                
	Tres pares de medias. 
	
	
	                
	Tres cepillos. 
	
	
	                
	Un vaso. 
	
	Una cajita de cartón, 
	conteniendo papeles, retratos y cartas, que fueron lacrados por el 
	Escribano. 
	
	 
	 
	
	
	 Del 
	Subteniente Don Julio Montt
	
	  
	 
	
	Su equipaje fue reclamado por 
	su hermano, Señor Cesar Montt, Teniente del Regimiento "Carabineros de 
	Yungay" y a quien le fue entregado. 
	
	  
	 
	 
	  
	
	
	 Del 
	Subteniente Don Luis Cruz
	
	  
	 
	
	No tenía equipaje en el cuerpo, 
	adonde recientemente había pasado del Batallón Cívico Movilizado "Curicó". 
	
	  
	 
	
	                
	Después de haber formado el inventario que antecede, se depositaron estos 
	efectos en la Mayoría del Batallón "Chacabuco" 6º de Línea, firmando 
	para constancia, el Señor fiscal, con los testigos y Escribano. 
	
	     Julio 
	Quintavalla 
	
	         
	(Testigo) A. Salcedo P.                                
	(Testigo) Víctor Lira E. 
	
	David Emiliano Tondro 
	
	    El Escribano 
	que suscribe, certifica: que no se ha encontrado ningún otro objeto ni 
	prenda de vestuario, en el equipaje inventariado, que los que aparecen en 
	éste. 
	
	                
	Para constancia firmo este certificado. 
	
	                                                                                               
	David Emiliano Tondro. 
	
	 
	 
	
	*La Guerra del Pacífico de 
	Pascual Ahumada Moreno 
	
	  
	
	**** 
	
	  
	
	Correspondencia detallada y Cartas sobre La Concepción 
	TELEGRAMA 
	  
	
	                                                                                                            
	Lima, Julio 15 de 1882 
	
	  
	
	  
	Señor Presidente: 
	Ayer recibí carta del 
	coronel Canto, fechada en Jauja. Dice que el 9 fue atacada una compañía del 
	Santiago en Marcabaye por 2.000 enemigos, muchos de ellos con rifles. Fueron 
	rechazadas con grandes pérdidas. Nosotros sufrimos la muerte del teniente 
	Retamal y del subteniente Garay y 17 hombres de tropa, además de 12 heridos. 
	El mismo día fue atacada una 
	compañía del Chacabuco que guarnecía a Concepción. El combate duró 20 horas, 
	después de cuyo tiempo el cuartel fue tomado e incendiado por los 1.000 
	enemigos que lo atacaban, de estos 300 estaban armados con rifles. 
	Quedaron en el campo 
	centenares de enemigos muertos, pero sucumbieron el capitán Carrera Pinto, 
	los subtenientes Julio Montt, y A. Pérez Canto, y los 73 hombres de tropa 
	que componían la guarnición. 
	El general Gana, Jefe de 
	Estado Mayor, ha partido al interior con las instrucciones correspondientes. 
	
	                                                                                                
	LYNCH 
	                                    
	 
	  
	**** 
	  
	
	Correspondencia 
	
	                                                                                                                          
	 
	Señor Editor de El Mercurio. 
	Respecto de la concentración 
	de nuestro ejército, el asalto del pueblo de la Oroya y los ataques de 
	Marcabaye y Concepción, hemos mandado ya algunos detalles, pero creemos 
	necesario referir los nuevos que acabamos de recibir, porque el combate de 
	la Concepción traslada todas las imaginaciones a la homérica lucha del 
	desesperado 2º en la batalla de Tarapacá, así como la sorpresa de Marcabaye 
	tiene muchos puntos de contacto con otras de las escenas ocurridas en 
	aquella quebrada memorable. 
	Como dijimos, el coronel 
	Canto había recibido desde tiempo atrás la orden terminante de abandonar el 
	pueblo de Huancayo, asediado por el tifus y la escasez de víveres, y 
	replegar todas sus fuerzas sobre Jauja y Tarma, a fin de abandonar 
	definitivamente esos pueblos y limitarnos a retener la línea de la Oroya y 
	algún punto estratégico que nos conservara libre el paso al otro lado de la 
	cordillera.
	 
	  
	**** 
	
	Orden del día 
	Soldados 
	del Ejército del Centro; Al pasar por el pueblo de Concepción, habéis 
	presenciado el lúgubre cuadro de escombros humeantes, cuyos combustibles 
	eran los restos queridos de cuatro oficiales y setenta y tres individuos de 
	tropa del batallón Chacabuco 6º de Línea. Militares de manos salvajes fueron 
	los autores de tamaño crimen; pero es necesario que tengáis entendido que 
	los que defendían el puesto que se les había confiado, eran chilenos que, 
	fieles al cariño por su patria y animados por el entusiasmo de defender su 
	bandera, prefirieron sucumbir antes que rendirse. 
	Amigos 
	chilenos; si os encontráis en igual situación a la de los setenta y siete 
	héroes de Concepción, sed sus imitadores; entonces agregareis una brillante 
	página a la historia nacional y haréis que la efigie de la patria se muestre 
	una vez más con semblante risueño simbolizando en su actitud los hechos de 
	sus hijos. 
	Soldados: 
	seguid siempre en el noble sendero del deber, con entusiasmo y abnegación; 
	conservad la sangre fría y el arrojo de los Caupolicanes y Lautaros; sed 
	siempre dignos de vosotros mismos y habréis conseguido la felicidad de la 
	Patria. 
	Chilenos 
	todos: ¡Un hurra a la eterna memoria de los héroes de Concepción! 
	 
	  
	Teniente 
	Coronel Marcial Pinto Agüero  
	 
	  
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