La Guerra del Pacífico: Los Héroes Olvidados, Los que Nunca Volverán 

 

 

 

 

Un hombre solo muere cuando se le olvida

*Biblioteca Virtual       *La Guerra en Fotos          *Museos       *Reliquias            *CONTACTO                              Por Mauricio Pelayo González

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CANTINERA MARIA QUITERIA RAMÍREZ REYES

 

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Cuando a tu paso tropieces con una lápida, aparta la vista para que no leas: AQUÍ YACE UN VETERANO DEL 79. Murió de hambre por la ingratitud de sus compatriotas.

Juan 2º Meyerholz, Veterano del 79

 

 

     Condecoraciones

 

 

 

 

 

Nació en Illapel en 1852.
Fueron sus padres Adrián Ramírez y María Reyes.
Normalmente la vida de las cantineras se conoce más por historia verbal que documental, ya que muy pocas fueron inscritas en las listas de revista de comisario, que es donde cada mes se pasa lista al contingente de cada unidad.
María la grande, como era conocida vivía en el puerto peruano de Iquique cuando comienza el conflicto, siendo expulsada, como todos los chilenos, solo con lo puesto, debiendo dormir tapados con la arena en las playas, en espera de alguna embarcación que los trasladara a Antofagasta.
Bajo la protección de la bandera chilena, en el puerto ocupado desde el 14 de febrero, siendo costurera se ofrece para la confección y reparación de uniformes para el ejército.
Cuando las tropas preparaban su partida a la conquista de territorio peruano, el comandante Eleuterio Ramírez, viendo que su ocupación podría ser útil en su unidad, la invita a enrolarse como cantinera en el 2° de Línea, lo que ocurrió el 14 de octubre de 1879.
Se encuentra en el Asalto a Pisagua, aunque solo de observadora, desembarcando solo cuando ya estaba tomada la posición enemiga.
En esperas de ordenes generales, parte con el 2° en apoyo de los 6.000 hombres que defendían los pozos de Dolores que eran amenazados por el ejército aliado que amenazaba desde el sur.
Cuando llegan al lugar, nada les tocó hacer ya que las tropas aliadas ya habían abandonado el campo de batalla.
La decepción de los secundinos duró solo unos días, ya que la orden llegó casi inmediato que partir a Tarapacá en busca del enemigo, que se encontraba descansando en la quebrada.
Como cantinera, María Quiteria se dedicó principalmente a la curación y atención de los soldados en medio de la batalla, siempre cerca del comandante Ramírez, encargándose de vendarle las primeras heridas.
Sentenciada la victoria aliada, La Grande es tomada prisionera y llevada por sierras y desiertos en una travesía interminable hasta Arica, donde es dejada en libertad por el alto mando peruano. Encontrándose con un arriero argentino que conocía, es llevada en busca de protección a la casa de un inglés casado con chilena, donde estuvo hasta la entrada del ejército chileno, el 7 de junio de 1880.
Al día siguiente se presenta al comandante del 4° de Línea, quien da pasajes de ferrocarril para que parta a Tacna a reincorporarse al 2°.
Participa en la campaña de Lima, en las batallas de Chorrillos y Miraflores, tras cuyas acciones pide su licenciamiento el 31 de enero de 1881, para volver a Chile.
Contrae matrimonio con don José Iturrieta Díaz, de cuya unión nace Blanca Ester.
Muere en Sotaquí en 1929 y sus restos descansan hasta hoy en el mausoleo de Veteranos del 79 de Ovalle.

 

 

 

 

Los Mutilados

 

 

Monumentos


 

 

 

 

 

 

 

 

 

Viña Corral Victoria ;  Una Viña Patriota

 

 

 

 

 

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