MARTÍNEZ BUSTOS, JUAN ; www.laguerradelpacifico.cl

La Guerra del Pacífico: Los Héroes Olvidados, Los que Nunca Volverán 

 

 

 

 

Un hombre solo muere cuando se le olvida

*Biblioteca Virtual       *La Guerra en Fotos          *Museos       *Reliquias            *CONTACTO                              Por Mauricio Pelayo González

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MARTÍNEZ BUSTOS, JUAN

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Cuando a tu paso tropieces con una lápida, aparta la vista para que no leas: AQUÍ YACE UN VETERANO DEL 79. Murió de hambre por la ingratitud de sus compatriotas.

Juan 2º Meyerholz, Veterano del 79

 

     Condecoraciones

 

 

 

Nace en Chillán.

Sus padres fueron Vicente Martínez y Salvadora Bustos.

Para poder representar en poco la vida de este gran hombre, más que sus datos biográficos, es mejor plasmar aquí dos puntos trascendentes. La muerte de sus hijos y la suya misma.

En la guerra del Pacífico, parte al mando de una de las  unidades que más se lució en la contienda, el glorioso Atacama.

Al frente de los mineros peleó en Pisagua, San Francisco, Los Ángeles y Tacna, en cuya acción le toca perder a sus dos hijos, Walterio y Meliton, quienes mueren víctimas de balas aliadas. La respuesta que dio al recibir el pésame del general fue la siguiente: "Como padre, lloro la pérdida de mis hijos; Corno chileno, me siento feliz de que hayan caído en defensa de la Patria. Siento que el único hilo que me queda, no está en estado de venir a reemplazar a los que han rendido su vida al pié de la gloriosa bandera nacional."

Para la campaña de Lima, deja su amado regimiento para hacerse cargo del una División para las acciones de Chorrillos y Miraflores. En esta última, el destino quiso reunir a este bravo en el paraíso de la inmortalidad junto a sus hijos.

En palabras de uno de sus oficiales, Juan Gonzalo Matta, se describe la trágica muerte: "Las balas deben ser mujeres: de aquí sus caprichos. Ejemplo el pobre coronel Martínez, quien murió al día siguiente de Miraflores, por efecto de una bala que le atravesó la espina dorsal.

Cuando ya había cumplido su misión, cuando ya el Atacama, había realizado su obra, cuando ya la patria no necesitaba su valor sereno y su abnegada voluntad, el coronel Martínez dejó de existir!

Yo le vi; estuve con él conversando.

Sus últimos recuerdos fueron para mi padre.

Me recomendó escribiese algunas cartas, y el pobre, antes de morir, tenía la intención de pasar el parte sobre las operaciones ejecutadas por su brigada, me habló de que se lo escribiese.

Yo le contestó que lo haríamos mejor el día siguiente; pero al día siguiente murió.[1]

Un padre, un héroe, un chileno...


 

[1] Extracto Carta de Juan G. Matta, Oficial del Atacama

 

 

 

 

Los Mutilados

 

 

Monumentos

 

 

Viña Corral Victoria ;  Una Viña Patriota

 

 

 

 

 

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