La Guerra del Pacífico: Los Héroes Olvidados, Los que Nunca Volverán 

Un hombre solo muere cuando se le olvida

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OLIVARES MUÑOZ, FERNANDO

Cuando a tu paso tropieces con una lápida, aparta la vista para que no leas: AQUÍ YACE UN VETERANO DEL 79. Murió de hambre por la ingratitud de sus compatriotas.

Juan 2º Meyerholz, Veterano del 79

     Condecoraciones

Nace en 1852.

 Hijo de Pedro Olivares y Ceferina Muñoz.

En 1880 dedicaba sus días en trabajar la tierra como la mayoría de sus conciudadanos, cuando el llamado de la patria lo llama a los cuarteles y en los primeros días de marzo de 1880 viste por primera vez el uniforme del Ejército chileno en las filas de la compañía de granaderos del batallón que llevaría el nombre de su ciudad natal, el glorioso Talca.

Parte junto a sus compañeros al norte, donde día a día con esfuerzos, sufrimientos y constancias dignas de un soldado, terminaron expertos en el dominio de las armas y listos para enfrentar a los enemigos, cosa que hicieron a la perfección en las acciones de Chorrillos y Miraflores.
En marzo regresa gran parte de las tropas a Chile junto al General Baquedano, pero nuestros valientes talquinos quedaron listos para enfrentar no solo a los peruanos, sino que al olvido, al clima y a las enfermedades en los valles del norte del Perú, en las ciudades de Huacho, Moche y Trujillo principalmente.

Ya en 1883, alertados por la posible aparición del general Cáceres y sus tropas en el norte, el soldado Olivares junto a su unidad, apura la marcha para llegar en auxilio de tropas que acampadas en Huamachuco, esperaban la hora suprema de medirse con lo más fuerte del ejército serrano.
Es así como en la batalla de Huamachuco, nuestro héroe es parte del puñado de valientes que triunfa sobre todo pronóstico contra los peruanos aquel lejano 10 de julio de 1883.

Finaliza la guerra y Fernando Olivares vuelve a Talca, donde contrae matrimonio con doña Francisca Roga, de cuya unión nace Lucila. La alegría familiar no dura mucho ya que al poco tiempo enviuda.

 Rehace su vida al conocer a Filomena Gaete, quien se convirtió en su segunda esposa, quien da a luz a Fernando, Bonifacio, Guillermo, María del Carmen.

Sus últimos días de vida, como comerciante los pasa rodeado por el cariño de los suyos. Muere en Talca el 04 de Noviembre de 1925.

Sus restos son trasladados al Mausoleo Militar del cementerio Municipal, donde descansan hasta el día de hoy, junto a sus camaradas de armas.

Los Mutilados

Monumentos

Viña Corral Victoria ;  Una Viña Patriota

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La pintura en la Guerra del Pacífico