La Guerra del Pacífico: Los Héroes Olvidados, Los que Nunca Volverán 

 

 

 

 

Un hombre solo muere cuando se le olvida

*Biblioteca Virtual       *La Guerra en Fotos          *Museos       *Reliquias            *CONTACTO                              Por Mauricio Pelayo González

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AHUMADA ALVAREZ, ABRAHAM

 

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Cuando a tu paso tropieces con una lápida, aparta la vista para que no leas: AQUÍ YACE UN VETERANO DEL 79. Murió de hambre por la ingratitud de sus compatriotas.

Juan 2º Meyerholz, Veterano del 79

 

 

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Mucho se habla de la participación de los chinos a favor del Ejército chileno en la guerra del Pacífico, pero existen solo un par que ciertamente está debidamente documentado que combatieron en batallas y no solo sirvieron para labores administrativas como ayudar en los entierros, cargar cosas, o labores más militares como desactivar minas. Uno de esos es el "chino Aján", del que tenemos conocimiento gracias al gran libro de Arturo Benavides, en el cual nos dice: "se presentó un fornido chino y dijo que él indicaría dónde estaban, pero a condición de que se le hiciera soldado de nuestro regimiento. Se accedió a su pedido, y como dijera llamarse sólo Aján, se le hizo comprender que debía tomar un nombre y eligió el de Ignacio, en honor del capitán don Ignacio Díaz Gana." Y es así como se enrola en el Lautaro en Moquegua para no separarse más de sus "compales".

Contaba con 32 años y se presume que varios de esos contratado en Perú, trabajando solo por la comida, hasta pagar el coste del pasaje desde su país natal

Se encuentra en el Combate del Manzano, en las batallas de Chorrillos y Miraflores, para una vez tomada Lima, ascender a la sierra donde toco combatir en varios enfrentamientos más, esta vez contra fuerzas irregulares en su mayor parte.

Tanto esfuerzo por una patria ajena lo hace enfermar y es licenciado por enfermo y separado del ejército, pero contrario a lo imaginado, se embarca y parte rumbo a Chile en diciembre de 1883.

El mismo Benavides escribe "El chino Aján, que tan importante servicio prestó al Lautaro en la expedición a Moquegua, fue uno de los mejores soldados del regimiento, hizo la campaña hasta el fin e intervino en todas las acciones de guerra en que el Lautaro tomó parte." Que mejor referencia que la de un compañero de armas.

En Chile se le pierde la pista por un tiempo aunque se sabe que compartía de vez en cuando con sus antiguos compañeros del Lautaro, que en 1924 pide el bono que el gobierno le entregaría a los sobrevivientes de la guerra, hasta encontrarlo agónico en su domicilio de Santos Dumont 1048 en Santiago, donde deja de existir, soltero y sin descendencia el 19 de Junio de 1934.

Sus restos fueron trasladados por un puñado de veteranos hasta la última morada de este guerrero chino que hiso de Chile su estrella.

Hoy descansa en el Mausoleo del Cuerpo de Inválidos en el Cementerio General.

 

 

 

 

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Viña Corral Victoria ;  Una Viña Patriota

 

 

 

 

 

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