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La Guerra del Pacífico: Los Héroes Olvidados, Los que Nunca Volverán
Un hombre solo muere cuando se le olvida |
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*Biblioteca Virtual *La Guerra en Fotos *Museos *Reliquias *CONTACTO Por Mauricio Pelayo González |
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PÉREZ CUEVAS, TOMÁS 2° |
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Cuando a tu paso tropieces con una lápida, aparta la vista para que no leas: AQUÍ YACE UN VETERANO DEL 79. Murió de hambre por la ingratitud de sus compatriotas. Juan 2º Meyerholz, Veterano del 79
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Nació en Valparaíso Hijo de don Tomás Pérez y doña Juana Cuevas Ingresa como cadete de la Escuela Naval en 1868 y dos años después a la Escuela Militar. Ingresar a ambas escuelas no era raro en esa época, ya que la estabilidad de las mismas no era mucha, pues debido a problemas económicas se abrían y cerraban intermitentemente. En 1872, es nombrado Aspirante de Marina y el 74 Guardiamarina. Hizo la primera campaña al Perú y Bolivia abordo de la Covadonga en el combate Naval de Angamos, y cuando el Huáscar iza bandera chilena, es transbordado a dicho buque, encontrándose en el bombardeo de Arica el 27 de febrero de 1880. El 11 de diciembre se encontró durante el bombardeo que los buques que bloqueaban el Callao sostuvieron contra ese puesto, falleciendo a causa de haberse reventado el cañón que servía en el Angamos. Se encontraba allí comisionado por el comandante Carlos Condell para efectuar estudios sobre el cañón de retrocarga del crucero. En el parte oficial pasado al Supremo Gobierno nos dice lo ocurrido: " El tercer día, del bombardeo, que comenzó con buenos disparos, concluyó fatalmente al sexto tiro. El cañón hizo explosión, causando la muerte instantánea del teniente 2° don Tomás Pérez, que disparaba a la sazón, y del cabo de cañón timonel Juan de la C. Fagusto y 13 contusos y sollamados de ninguna gravedad. El teniente Pérez había venido a bordo con el objeto de inspeccionar el cañón, sus proyectiles y espoletas, como oficial que era, encargado de la artillería del Huáscar, y tratar de investigar la causa por la cual se reventaban algunas de las granadas disparadas. Después del cuarto disparo de ese día, salió del Dársena el monitor enemigo Atahualpa, e inmediatamente el capitán Moraga regresó a su buque la Pilcomayo, que nos acompañaba a corta distancia, y el teniente Pérez solicitó la rabiza con el más laudable entusiasmo. Su último disparo, el mismo que causó la explosión de la pieza, fue magnífico sobre el Atahualpa, que bañó de agua." |
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