Nació en Talca

Hijo de don Juan Bysivinger y Ursula Vergara.

Siendo el menor de los tres Bysivinger que partieron a la guerra, ingresa el 24 de mayo de 1879 al regimiento Buin 1° de Línea como simple soldado de la 1ª compañía y ya en septiembre era cabo 1°

En la campaña de Tarapacá le toca ser parte del ejército que se encuentra en el asalto y toma de Pisagua y la batalla de San Francisco.

Es ascendido a Sargento 2° cuando se encontraba en a salitrera Santa Catalina, con cuyo grado inmediatamente emprende la nueva expedición al valle de Moquegua, participando en la acción de Los Ángeles.

Tras la victoria, se instalan en el valle de Locumba, muy insano para las tropas chilenas, provocándole una enfermedad que lo llevó a la ambulancia los meses de mayo, junio y julio, dejándolo no solo fuera de las grandes batallas que dio el Buin esos meses si no dado de baja por inutilidad física en agosto.

Las ganas de Bysivinger de defender a Chile fueron más fuertes que su salud y al recuperarse, vuelve al servicio antes de finalizar 1880.

Se encuentra en las batallas de Chorrillos y Miraflores los días 13 y 15 de enero de 1881.

Le toca ser parte de la primera expedición a la sierra peruana comandada por el Coronel Ambrosio Letelier.

Enviado a la 4ª compañía, le corresponde tomar posesión de el paso de Cuevas en medio de la cordillera.

Habiendo escasez de recursos para la mantención de la tropa, es enviado por el capitán Araneda, quien comandaba la compañía, en busca de víveres a los alrededores.

Parte junto al cabo Bernabé Orellana y seis soldados a reconocer el campo, uniéndoseles un arriero que venía de Casapalca.

Cuando se encontraban buscando ganado, son  emboscados por topa peruana que comandaba el coronel Vento, formada de decenas de militares de carrera e indígenas, dando muerte a toda la comisión.

Poco después llegó a Sangrar, sin jinete, la mula que montaba el arriero que se había juntado al piquete del sargento Zacarías Bysivinger.

Nunca fueron encontrado los restos del sargento ni sus acompañantes.